Los muggles celebran el Carnaval, una época en la que se disfrazan y realizan actividades de ocio y cultura de todo tipo, especialmente orientadas a los niños. Ayer por la tarde unos titiriteros contratados por el Ayuntamiento de Madrid, exhibieron una pancarta en la que ponía "Gora Alka-ETA" mientras representaban La bruja y Don Cristóbal.
Los padres de los niños que veían la función llamaron inmediatamente a la policía muggle, que detuvo a dos de los titiriteros. Desde el Ayuntamiento de Madrid afirman que están "escandalizados, estupefactos". Afirman que han presentado una denuncia ante los Juzgados de Plaza de Castilla.
Los titiriteros formaban parte de la compañía Títeres desde Abajo y la función, La bruja y Don Cristóbal, se presentaba con la siguiente sinopsis: "La Compañía Títeres desde Abajo revive a Don Cristóbal Polichinela, ese oscuro personaje de la tradición popular ibérica. En esta ocasión, Polichinela llegará a Tetuán para imponer su voluntad a base cachiporra. Sin embargo, también habitará en estas tierras una bruja que tiene la firme decisión de amar su libertad por encima de todo y no dejarse pisotear por ningún Don Cristóbal, por mucho poder que éste se arrogue".
El Ayuntamiento explica que la obra no había sido visionada con antelación, que formaba parte de un conjunto de 15 actividades culturales elegidas según su criterio por un director artístico designado por la Dirección de Programas y Actividades Culturales del Ayuntamiento de Madrid. El Ayuntamiento rechaza las acciones ofensivas realizadas por los titiriteros durante la función, que son "totalmente irrespetuosos con los valores de convivencia, respeto y diversidad propuestos por el Ayuntamiento de Madrid".
La obra representaba una violación, un asesinato, un intento de aborto y un ahorcamiento, actos todos incomprensibles para un espectáculo orientado a niños de entre 1 y 6 años.
El Ministerio de Magia, por su parte, aplaude la actuación de la policía, pues la función resultaba ofensiva para los magos y especialmente para las brujas, pues no representa de forma realista cómo actúan las brujas de verdad. "La bruja de la función demuestra que los muggles no tienen ni idea de qué consiste ser una bruja, pues están anclados en mentalidades de la Edad Media. Este no es un hecho aislado", afirmaba el representante del Ministerio, "sino que se trata de una muestra más de la incultura de los muggles".
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