El 12 de mayo de 2014 Montserrat González asesinaba a la también muggle Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León. La asesina confesa, sin remordimientos, dijo ayer que mató a la política porque era ella o su hija, que lo hizo para defender a su hija, a la que, según dice, Isabel Carrasco estaba haciendo la vida imposible desde enero de 2010 por negarse a mantener relaciones sexuales con ella.
Montserrat González no se arrepiente del asesinato cometido, pero intenta desvincular a su hija del delito, diciendo que no tienen nada que ver, que le dijo que no hiciera nada. Asegura la asesina que su hija le pidió que no comprara el arma, la pistola con la que finalmente Montserrat acabó con la vida de Isabel Carrasco.
La defensa de la acusada ha reconocido la autoría del crimen, ha desvinculado del mismo a la hija y ha pedido la aplicación de la eximente incompleta de trastorno mental, producido supuestamente por la supuesta persecución laboral y social de Carrasco sobre la hija de González, después de que Carrasco le ofreciera relaciones sexuales que la hija de Carrasco rechazó.
El Ministerio de Magia atiende atónito este caso, desde la lejanía. "Un asesinato es un asesinato", dice el portavoz del Ministerio, "y para los asesinos el destino es Nurmengard o Azkaban".
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